"Definitivamente, el mundo va de culo", dijo Paco tras dar otro sobro a su cerveza, aún gélida bajo la fresca sombra del naranjo sin pelar.
"De mal en peor, lo que te digo - el humo del cigarro dejaba entrever los ojos taciturnos de Rodri - y hacer, ¿qué? ¿para qué? Total, los que mandan son los de siempre y al final se salen con la suya..."
Porque la costumbre no siempre hace la norma, una típica estampa como ésta se puede quebrar a golpe de realidad y hechos concretos. Objetivos 'irrealizables' a ojos de la mayoría pueden tomar forma y adelantar un resultado de éxito, de cambio, que contraste la idea de muchos de que "no merece la pena" intentar un camino por lo difícil que se antoja...
El pasado miércoles 15 de octubre, los estudiantes de la Universidad de Sevilla iniciaron el proceso formal para modificar el Reglamento General de Estudiantes (que limita el poder de los alumnos, al poner cotas a las asambleas y exigir un quórum para darles efecto) y el Reglamento General de Actividades Docentes(donde figura el problemático artículo 27 de matriculación 'ordenada').
Dado el rechazo general hacia ambos documentos, los alumnos reunidos en Asamblea General el pasado miércoles día 7, aprobaron concentrarse esta semana frente al Claustro convocado en la facultad de Empresariales para presionar el debate y lograr su reforma.
La normativa vigente establece tres vías para cambiar un documento en vigor. Una de ellas exige recoger 43 firmas de los alumnos miembros del Claustro. Antes del finalizar la reunión, se habían recabado 44 firmas, que fueron presentadas en el Registro General de la U.S, dando inicio al proceso de reforma de los RGE y RGAD.
El documento registrado demanda la derogación del Artículo 27 del Reglamento General de Actividades Docentes así como el Título 1 del Reglamento General de Estudiantes en su totalidad.
Un proceso de varios meses
El camino que se inicia ahora es largo. En primer lugar, el Rector debe convocar un nuevo Claustro que decida la conformación de una Comisión de Proyecto Normativo, integrada por estudiantes y profesores. Este organismo ad hoc redactará un proyecto de reforma de los dos reglamentos. Una vez publicado este documento, se establece un periodo aproximado de un mes para que estudiantes, profesores y demás sectores de la Comunidad Universitaria presenten ante la Comisión sus enmiendas al texto.
Ésta decidirá si aprueba las enmiendas y las aplica a la reforma. En caso contrario, se somete a un nuevo Claustro, que votará definitivamente sobre su rechazo o incorporación a los nuevos Reglamentos.
Llegados a este punto, la derogación del artículo 27 cuenta con "bastantes posibiliades", según declaró un miembro claustral. Aunque los alumnos son minoría en el Claustro y podrían ser vetados por los profesores, éstos también se oponen al citado artículo, pues redunda en una saturación de sus clases y una merma en la calidad de la enseñanza.
La longitud y tardanza del proceso no es más que un factor inherente a la burocracia. Haber iniciado el camino es la mejor de las noticias y, como recuerda el CADUS en su sección del Tuenti, "no habría sido posible sin las denuncias de los estudiantes, sin sus quejas y sin su presencia ante el Claustro" el pasado miércoles. Unos 300 estudiantes esperaron frente a la Facultad de Empresariales hasta que los claustrales iniciaron formalmente el proceso de reforma, cristalizando meses de quejas, propuestas y reuniones que muchos temían quedaran en la nada...
El periodista uruguayo Eduardo Galeano reproduce la frase que mejor puede coronar este artículo:
"La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre dos pasos más allá. Entonces ¿para qué sirve la utopía? Sirve para eso, para caminar".
1 comentario:
Como Delegación de Alumnos te decimos: genial.
Le daremos difusión ;)
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