El oasis... (Capadocia, Turquía)

martes, 17 de febrero de 2009

Lucha y utopía

El ser humano necesita crear palabras diferentes para referirse al mundo, porque clasificamos, porque jugamos con el lenguaje, porque de él nos valemos para expresar lo que deseamos y lo que descartamos.
Sin embargo, ocurre a veces que con distintos términos estamos hablando de la misma idea, y en eso reside la magia de la comunicación: en eliminar, de entre las frases y los discursos, el caparazón de las letras y llegar hasta la esencia de los sentimientos.
Como cuando decimos "lucha", "utopía" o "Amor". En realidad, todo parte de lo mismo: la entrega sincera, honesta e incondicional a un sentido, a un fin, que aporta contenido a nuestras vidas.
Galeano y Hernández, por mencionar algunos que aquí se han tocado, ya lo han dicho...


"La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Entonces, ¿para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar".


Eduardo Galeano, Pensamientos. Recogidos en http://www.literato.es/poemas_de_eduardo_galeano/.


Miguel Hernández. Canción del esposo soldado.

He poblado tu vientre de amor y sementera,
he prolongado el eco de sangre a que respondo
y espero sobre el surco como el arado espera:
he llegado hasta el fondo.
Morena de altas torres, alta luz y ojos altos,
esposa de mi piel, gran trago de mi vida,
tus pechos locos crecen hacia mí dando saltos
de cierva concebida.
Ya me parece que eres un cristal delicado,
temo que te me rompas al más leve tropiezo,
y a reforzar tus venas con mi piel de soldado
fuera como el cerezo.
Espejo de mi carne, sustento de mis alas,
te doy vida en la muerte que me dan y no tomo.
Mujer, mujer, te quiero cercado por las balas,
ansiado por el plomo.
Sobre los ataúdes feroces en acecho,
sobre los mismos muertos sin remedio y sin fosa
te quiero, y te quisiera besar con todo el pecho
hasta en el polvo, esposa.
Cuando junto a los campos de combate te piensa
mi frente que no enfría ni aplaca tu figura,
te acercas hacia mí como una boca inmensa
de hambrienta dentadura.
Escríbeme a la lucha, siénteme en la trinchera:
aquí con el fusil tu nombre evoco y fijo,
y defiendo tu vientre de pobre que me espera,
y defiendo tu hijo.
Nacerá nuestro hijo con el puño cerrado
envuelto en un clamor de victoria y guitarras,
y dejaré a tu puerta mi vida de soldado
sin colmillos ni garras.
Es preciso matar para seguir viviendo.
Un día iré a la sombra de tu pelo lejano,
y dormiré en la sábana de almidón y de estruendo
cosida por tu mano.
Tus piernas implacables al parto van derechas,
y tu implacable boca de labios indomables,y
ante mi soledad de explosiones y brechas
recorres un camino de besos implacables.
Para el hijo será la paz que estoy forjando.
Y al fin en un océano de irremediables huesos
tu corazón y el mío naufragarán, quedando
una mujer y un hombre gastados por los besos.
Hernández falleció de tuberculosis, el 38 de marzo de 1942, con 31 años en una prisión de Alicante. Se alistó en el bando Republicano, fue a su Orihuela natal en plena guerra para casarse y tuvo dos hijos, uno de los cuales falleció a los pocos meses de nacer y otro que nació cuando ya estaba preso en una cárcel franquista.

sábado, 14 de febrero de 2009

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"Cuando el jilguero no puede cantar"... siempre nos quedarán las palabras veladas, las sombras que dicen lo que el cuerpo calla... y la poesía.

Y empiezo con el himno a la vida y a la valentía, que tantas veces ya he puesto. De Machado:

Caminante no hay camino

Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre el mar.

Nunca persequí la gloria,
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles,
como pompas de jabón.

Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse...

Nunca perseguí la gloria.

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;

caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.

Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.

Caminante no hay camino
sino estelas en la mar...

Hace algún tiempo en ese lugar
donde hoy los bosques se visten de espinos
se oyó la voz de un poeta gritar
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."

Golpe a golpe, verso a verso...

Murió el poeta lejos del hogar.
Le cubre el polvo de un país vecino.
Al alejarse le vieron llorar.
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."

Golpe a golpe, verso a verso...

Cuando el jilguero no puede cantar.
Cuando el poeta es un peregrino,
cuando de nada nos sirve rezar.
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."

Golpe a golpe, verso a verso.

jueves, 5 de febrero de 2009

La inocencia se perdió en la cárcel

Una de las cosas que más me llamó la atención del sudeste de Turquía es que los niños no tienen cara de niños. Es decir, el tamaño de sus facciones, el cuerpo que los acompaña, la vestimenta y quizá algunos accesorios como juguetes (especialmente durante los Bayram, y cuando no se trata de una pistola), todo ello configura una apariencia característica infantil, que en seguida choca de pleno con la expresión del rostro adulta, envejecida.... Y el cuerpo que la rodea, todo el envoltorio externo, queda revelado falso, como el disfraz de Superman o Zorro que no permiten ocultar a quien se entrevé entre los huecos de los ojos.


Los niños del sudeste de la Anatolia han perdido la inocencia. Si no toda (nadie puede mutilar, a pesar del empeño, el mayor regalo del ser humano en su primera etapa), al menos una parte importante, la que deriva del creer que todo es de color de rosa, que la vida es aquel cuento de hadas, magos y príncipes valientes, donde nuestros padres son todopoderosos y nos pueden proteger, para siempre, en esta burbuja impenetrable que nos envuelve.


Se dice que la inocencia de un niño se empieza a romper cuando descurbe que los Reyes Magos son los padres. En la frontera con Irak, con Siria, con Iran... en los pueblos y ciudades abarrotadas de niños que corren por todos lados, se entremeten peligrosamente entre coches y motos, te asaltan en cuanto descubren que eres extanjero.... Ahí tú pierdes la inocencia cuando no sabes qué decir al quinto que viene a pedirte dinero. Ellos la perdieron cuando sustituyeron la escuela por el saco de tierra o la muñeca por.... nada.


La pobreza y la guerra roban la niñez, es de sobra conocido. Pero no siempre es tan visible como se reconoce en las zonas de batalla mostradas por el televisor. Ayer, rastreando la red para un trabajo de clase sobre la libertad de prensa en Turquía, me encontré con una noticia. Así la describí aproximadamente en el informe que presenté:


A principios de Enero, un diario digital pro kurdo (prohibido por el Gobierno y que ahora no es momento de anunciar aquí) [1] publicó la visita de un diputado del CHP (fundado por Atatürk y principal partido de la oposición) a la prisión de Diyarbakir, donde se hallan encarcelados una veintena de menores. Fueron capturados cuando participaban, el año pasado, en una de las protestas que conmemoraban el aniversario del encarcelamiento del líder del ilegalizado PKK, Abdullah Öcalan. En la que se celebró en Cizre (Sirnak), murió un joven de 15 años, Yahya Menekşe, atropellado por un tanque policial.


Durante el funeral del pequeño se produjeron nuevas protestas donde otros cuarenta menores fueron capturados. Algunos de ellos aún permanecen en prisiones como la de Diyarbakir, Adana, u otras provincias.


Según el artículo, no se trata además de prisiones comunes, sino de Cortes Especiales de Elevada Autoridad Penal (reservada para casos de supuesta vinculación o apoyo alterrorismo). En virtud de la reforma de la ley Anti Terrorista en 2006, también niños de entre 15 y 18 años pueden ser juzgados en tales cortes.


El ministro del CHP que visitó la prisión denunció asimismo las condiciones infrahumanas en las que se encontraban los menores: “hay 20 niños en celdas para cinco o seis personas. Han sido separados de sus familias y su educación ha sido interrumpida. Se les lleva a corte, se les identifica y se les vuelve a llevar a prisión […] Su condición psicológica es precaria. Sólo dicen ‘Nosotros sólo queríamos tomar el cuerpo de nuestro amigo; no sabíamos que eso sería penalizado tan severamente’”.


Según el mismo artículo, recientemente dos niños han sido procesados y condenados a 21 años de cárcel por participar en Gaziantep en las manifestaciones pro kurdas durante elNewroz (fiesta con la que dan la bienvenida a la primavera y que este año coincide con el 21 de marzo, una semana después de las elecciones municipales).

Nuestros menores se quejan de que no tienen el último modelo de PSP o de que las dos de la mañana es demasiado pronto para volver a casa, "cuando todos acaban de llegar a la discoteca". Están deprimidos y sienten que nadie les comprende; se sienten, a veces,"encarcerlados". Hay otros que sí saben lo que estar en una cárcel.


No se pueden comparar sociedades, cada individuo se forja según el entorno en el que nace, pero..... manda huevos.

1. Debido a las circunstancias legales de la redactora, se omitirá en esta ocasión, aún a perjuicio de la profesionalidad periodística, la cita y la dirección de este medio prohibido por el Gobierno de Turquía. Será autocensura, será cobardía, pero no está el horno para bollos, por el momento....

2. Foto tomada por una servidora en Cizre, Sirnak (a dos horas de la frontera con Irak).