El oasis... (Capadocia, Turquía)

lunes, 12 de marzo de 2007

Otro periodista secuestrado


No acabo de entender, o me resisto a hacerlo, por qué aquellos que luchan contra la invasión de su país por parte del "enemigo" consideran invasores también a los periodistas que van a cubrir los hechos. Prácticamente cada semana sale alguna noticia de otro periodista secuestrado por algún grupo insurgente o paramilitar. Es esa nueva moda, instaurada en los países en conflicto, que se ha convertido en el mayor peligro para estos profesionales, superior incluso al de las balas perdidas (o dirigidas) o al de las bombas que les alcanzan por estar donde tienen que estar: en el meollo de la cuestión.

La visión del corresponsal de guerra es siempre subjetiva, eso nadie puede negarlo. Y está claro que, en muchas ocasiones, este punto de vista que transmitirá después al resto del mundo puede ir contra los intereses de alguno de los grupos guerrilleros, terroristas y demás subtipos que campan en las zonas de gran inestabilidad.

La crónica del reportero es un arma tan eficaz como los morteros o los obuses y su impacto, siendo menos mortífero, tiene una fuerza nada despreciable. Por eso son un objetivo codiciado en Irak, Afganistán y ahora parece que en Gaza. Su influencia sobre la opinión pública les convierte además en instrumentos de presión usados por sus raptores para coercionar a los Gobiernos de sus respectivos países.

¡El periodista es un instrumento, sí! Pero un instrumento para la comunicación, un potente vehículo que puede conducir las voces de aquellos que dicen "luchar por una causa legítima" hacia la opinión pública y los Gobiernos de los más poderosos Estados.

Los reporteros de guerra (de la guerra clásica o de la nueva modalidad, tipo Irak) son imprescindibles para transimitir una información, lo más fiel posible, de lo que está ocurriendo en zonas donde el secretismo y las tergiversaciones de la verdad incrementan el caos intrínseco a cada conflicto.

Ahuyentarlos del campo de batalla sólo contribuye a empeorar las cosas.

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