El oasis... (Capadocia, Turquía)

miércoles, 18 de marzo de 2009

De luces y sombras


La vida es un gran metarrelato que escribimos a base de acciones. Como cada novela, está llena de metáforas que apuntan a nuestro argumento. La capacidad de distinguirlas y darles forma es la cualidad del literato, 'sólo' eso (y qué difícil es la mayoría de las veces..)

Acabo de terminar "Un hombre en la oscuridad", la última de Paul Auster, en la que el protagonista redacta los últimos capítulos de su vida en la clarividencia del insomnio. Ahora, en las penumbras del desvelo, escribo yo el mío (no el último, sólo uno intermedio) y lo hago como él, mentalmente.

Es curiosa la simbología de la Luz en torno al ser humano. El hombre salió de las tinieblas gracias al fuego; el sol emerge cada día permitiendo la vida, el fin de la oscuridad, el germinar del alimento.

Luz y calor forman el elemento de adoración nuclear de nosotros los primates. Así lo explica Zeitgeist, un documental que, a ratos profético, casi apocalíptico, es revelador en algunas de las metáforas vitales esenciales.

Cuenta básicamente que la historia de la Humanidad es una gran metáfora donde unos pocos duchos autores definen el argumento y los demás somos meros actores de reparto. Lo mismo que "Un hombre en la oscuridad".

Al final, todo se reduce al binomio Luz y Sombra, Inteligencia VS Obturación, Verdad contra Mentira.

Si sólo estuviésemos dispuestos a coger el boli y escribirnos a nosotros mismos...

2 comentarios:

rafa dijo...

Buff, que post más intenso :) ...entonces vivir sería descubrir (o crear) metáforas? ¿Y evitar que otros las escriban por nosotros?

Por otra parte, los binomios me dan yuyu.
Y a estas horas no doy para más :P

litospk dijo...

El tema es que ya hace miles de años Platón mostraba la dificultad del hombre para ver la realidad en la caverna. Nos forjamos un mundo real lleno de sombras reflejadas en una pared. Por desgracia cuando conseguimos llegar a la superficie y ver la realidad solo hay dos opciones, no creerla pues es distinto a lo que hemos visto toda la vida, o alojarnos en la realidad creyendonos superiores de aquellos que aun no la han descubierto, pues a pesar de que se la intentemos mostrar ellos no nos creeran
(Maldito Platón, aún recuerdo las ilustraciones del libro de filosofía)
Un saludo