El oasis... (Capadocia, Turquía)
Mostrando entradas con la etiqueta ni sentido. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta ni sentido. Mostrar todas las entradas

jueves, 24 de mayo de 2007

España también viola los Derechos Humanos ( y II)

La primera denuncia de Amnistía es de por sí suficiente para hacernos agachar la cabeza, pero aún hay más. El drama de la llegada ininterrumpida de inmigrantes a nuestras costas, Canarias principalmente en los últimos meses, posee una vertiente de la que no se habla en los medios de comunicación. La saturación de los centros de acogida y la presión política a la que está sometida el Gobierno por parte de la oposición y la opinión pública (debe actuar rápido para que no se le ataque con el "efecto llamada") han provocado que esté buscando la salida al problema a través de vías que chocan con la legalidad internacional.

Tras la avalancha de inmigrantes a Canarias, se han acumulado las solicitudes de asilo y refugio político. Y no es lo mismo emigrar a un país que solicitar asilo. Quienes hacen lo último, son normalmente personas cuyas vidas corren riesgo en sus países de origen, por motivos religiosos, políticos o de otra índole. Rechazar o denegar la solicitud sin desarrollar el proceso pertinente viola la Convención de Ginebra sobre los Derechos de los Refugiados y el artículo 14 de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre. Y esto es lo que ha hecho el Gobierno español.


Acosado por las prisas y la presión de las elecciones que ya asoman la cabeza, el Ministerio del Interior está ejecutando repatriaciones masivas, con lo que se apunta un tanto frente al electorado. En la última semana, 750 inmigrantes han sido enviados desde Canarias a sus países. Pero en este saco se meten, sin distinguir, tanto personas que huyen de la pobreza como otras que escapan de regímenes bajo los cuales sus vidas corren serio peligro. Así, la mayoría de los "sin papeles" que arriban a Canarias provienen de África Occidental: Senegal (600), Marruecos, Mauritania, Guinea-Bissau...

No hace falta aclarar qué regímenes gobiernan en estos países. No sólo el hambre pone en peligro la existencia de estas personas sino que muchos de ellos son también perseguidos, por motivos políticos, por unos Gobiernos corruptos y dictatoriales que aniquilan a base de cuchillo y pólvora los "elementos molestos" del país. Pero claro, esto no se cuenta cuando se alardea de los inmigrantes repatriados.

Hace unos meses conocí a un inmigrante de Sierra Leona. Se llama Colu y vino a España huyendo de una guerra que había matado a su padre. En este país, del que también llegan pateras que luego son repatriadas, la fiebre del diamante y el dominio de las guerrillas está desangrando a la población: ésta es también la cuna de los "niños soldado" que de vez en cuando aparecen en televisión y nos conmueven hasta las lágrimas.

Estos son los países de los que provienen los inmigrantes que tanto nos molestan dentro de las fronteras. Y nuestra postura es: descubrir sus nacionalidades y lograr un acuerdo con sus países de origen son los únicos requisitos para despacharlos...y nos quedamos tan panchos. Algunos llegarán a casa y tendrán "sólo" el problema de lograr elementos para subsistir. Otros tendrán como bienvenida la guerra, la persecución por parte de sus gobernantes y, quizá, la muerte.

Que Amnistía denuncie una violación del derecho de asilo a estas personas es algo muy serio. Como lo es que condene el acuerdo alcanzado entre España y Marruecos a través del cual se concedan 10´5 millones de euros en ayudas a este país sin poner condiciones sobre los Derechos Humanos de sus habitantes.

Es evidente que la posición del Gobierno español no es nada fácil. Obviamente no podemos hacernos cargo de toda la responsabilidad y gasto que conlleva mantener a cientos de personas foráneas en nuestras fronteras. De acuerdo con que es difícil hayar una solución a un problema que nos supera con creces, pero... ¿y si al menos no cooperásemos abiertamente con regímenes que violan constantemente los derechos humanos?

Por ejemplo, podríamos no haber recibido al dictador de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, ni haber firmado con él un contrato multimillonario por el que sólo aplaudieron (hasta destrozarse las palmas de las manos) los empresarios españoles que se van a hacer de oro explotando las riquezas naturales de este país.

Es lo mínimo que podemos hacer ¿no? Sobre esto no hay excusa.

lunes, 7 de mayo de 2007

Sus primos la mataron a pedradas

"Llegamos al descampado. Eran más o menos las doce de la mañana y los cerca de cuarenta grados de temperatura no habían logrado disuadir a los que allí ya esperaban: mis tíos, mis primos, algunos hermanos y el abuelo. Ninguno me había visto llegar y, agazapada tras un destartalado coche cercano al grupo, me quedé en esa privilegiada posición para presenciar la escena.
A los cinco o diez minutos llegó mi prima, acompañada (arrastrada más bien) por sus dos hermanas mayores (ella sólo tenía 17 años) y su madre. Ellas lloraban mientras la colocaban en el lugar que se le había asignado: en el centro del ruedo, una posición que fuese fácil de alcanzar para todos los presentes. Se apartaron y entonces empezó el espectáculo: los hombres, gritando enajenados "¡Traidora! ¡Traidora!", empezaron a apedrear. El manto de piedras no me dejaba ver el rostro de mi prima pero pude sentir el dolor de cada golpe que recibía durante la media hora que tardó en morir. Luego, aquellos que la habían asesinado, sus propios tíos, hermanos y su padre, se marcharon con la satisfacción del trabajo bien hecho y el orgullo inmaculado".

Ésta es una escena recreada, pero está basada en hechos reales y muy parecidos a los que figuran aquí. Sale hoy en el periódico: Espeluznante ¿verdad? Saber que una niña ha sido asesinada a pedradas por su propia familia. Imaginamos esta escena que, según la información que se aporta, ha podido ocurrir en un barrio cualquiera de cualquier ciudad como Madrid, Sevilla o Alicante, y el espanto se cuela en nuestro cerebro durante días. Y no sólo en nuestro cerebro: también en nuestro televisor, radio, periódicos, revistas y demás medios de comunicación. Se alzan al unísono miles de voces exigiendo justicia y castigo por tamaña crueldad impropia del siglo en el que vivimos.

Pero la situación cambia si el escenario del acontecimiento se traslada a otro lugar. Oriente Próximo, Irak, al norte de este país, para ser más exactos. "Una joven de 17 años perteneciente a la secta yazidí —una antigua minoría religiosa kurda que venera al diablo— fue apedreada hasta la muerte por un grupo de unos ocho o nueve hombres de su familia[...] Su pecado: convertirse al islam para casarse con su novio musulmán".

"Ah, claro...." Una mezcolanza de alivio y cierto sentimiento de superioridad que acompaña al enjuiciamiento hecho de antemano: "....si es que ha ocurrido en un país que no está civilizado. Llevan siglos de retraso y, claro, pasan estas cosas".

Tener preconcebida esta idea es la mayor traba para poner fin a injusticias como ésta. Si una cosa así ocurre en un país "civilizado", del Primer Mundo, del continente europeo o el norteamericano, nos remueve las entrañas. No importa que se trate de un país del que nos separen miles de kilómetros, pertenece a "los nuestros" y por eso nos duele. Ahora bien, si ha ocurrido en un país de África o de Asia, entonces "es normal". Está socialmente aceptado que atrocidades como ésta, que no toleraríamos en nuestros países, ocurran en otros que "no están desarrollados". Entonces ni se quiere ni se intenta hacer nada.

Cuando hay dinero o petróleo por medio (son sinónimos de todas maneras) sí que interesa "luchar para defender los derechos humanos" de un país. Como la tarta iraquí ya se ha repartido entre los que han llegado a tiempo, no hay más lucha que mantener.

Ya está to el bacalao vendío (Hoy, la mitad del vaso no se llena).