El oasis... (Capadocia, Turquía)

jueves, 15 de febrero de 2007

"World Follies" o la locura del Marine I






Son gente invisible...




El Hotel Existencia es "el lugar adonde acude la gente cuando ya no quiere vivir en el mundo real". Una metáfora del refugio interior que el magnífico Paul Auster materializa en su Brooklyn Follies. En este refugio pueden convivir personas de todo tipo. Con diferentes orígenes, etnias, edades... Seres completamente diferentes que tienen en común un elemento esencial: el deseo de huir de su sociedad, de la vida que les rodea, que buscan en el Hotel Existencia un lugar donde esconderse y esperar una vida mejor.
Los 369 inmigrantes que embarcaron no se sabe bien cuándo en el buque Marine I buscaban este refugio. El buque se convirtió durante un tiempo en su Hotel Existencia, su Buque Existencia, y allí, personas de diferentes procedencias, idiomas y culturas convivían en comunidad mientras soñaban con su "nueva vida". El deseo de escapar del infierno que les ofrecía sus países de origen (India, Birmania, Sri Lanka, Afganistán, algún país de África) les otorgó el coraje necesario para embarcarse en alta mar y buscar un "lugar mejor".
Durante esos días a la deriva, el Buque Existencia albergaba miedos pero también esperanzas. Esos deseos se truncaron hace dos semanas. El día que fueron rescatados salvaron sus vidas, pero también se vieron condenados a permanecer durante no se sabe cuánto tiempo en un limbo legal y físico, conducidos de mar a tierra, de tierra a aire, de nuevo a tierra y así indefinidamente por policías y militares cuyos conflictos diplomáticos están por encima de la integridad física y mental de estos seres humanos.

La nave del puerto de Nuadibú se ha convertido ahora en el forzado Hotel Existencia de estos refugiados del mundo. Un refugio que se ha transformado en una cárcel que ignoran cuándo abandonarán. El martes, los policías españoles atisbaron la salida para 35 de estos inmigrantes, a los que iban a repatriar a Cabo Verde (respiraban cierto alivio porque "por fin" iban a quitarse de encima esta responsabilidad) pero el avión que los transportaba se convirtió entonces en otra cárcel en la que permanecieron encerrados durante cuatro horas a cincuenta grados de temperatura, sin comida y sin un baño, condiciones mínimas para la dignidad de la persona.

Son gente invisible, "Gente invisibile", (como se titula el informe hace poco publicado por Amnistía Internacional Italia). Seres fantasma a los que ningún país quiere reconocer. Permanecerán en su Cárcel Existencia en Mauritania hasta que el tiempo escriba el capítulo final de este libro World Follies, "Locuras del Mundo". No hace falta irse a Brooklyn para encontrar historias dignas de este nombre.

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