El oasis... (Capadocia, Turquía)

miércoles, 21 de octubre de 2009

Ciclo de Cine CAR Sevilla: otra forma de evadirse



Te sientas en la mesa y cambias el canal para huir de esa 'realidad' a ratos árida, a ratos hilarante que arroja el telediario. Porque "sólo dice chorradas" o porque pasas de que te "amargue el único rato de calma del día, el del almuerzo".

Regresas al anochecer y te lanzas sobre el sofá, inerte como una marioneta que se ha cortado los hilos tras la interminable representación. Es hora de desconectar con algo anodino, fuera pensamientos, fuera darle al coco, que ya es bastante para la jornada.

En general, nos enganchamos a la pantalla para evadirnos del mundo que de común nos rodea, de sus tragedias, de sus dificultades. El cine o la televisión de masas se nutren de esa función analgésica, en una sociedad saturada con 'informaciones' acerca de fenómenos complejos y envueltos de dolor, como las guerras, la inmigración, la pobreza... Una realidad demasiado dura a la vista y al pensamiento, que queda mejor escondida tras los visillos de superproducciones repletas de efectos especiales (mejor cuanto más fantasiosos) o de comedias románticas cuyas situaciones son tan verosímiles como imposibles de darse fuera de la pantalla.

Algunos directores ya han mostrado cómo se puede mostrar la cruda realidad sin abusar del drama, con herramientas como la ironía, la sátira o el humor negro. Creando piezas de tragicomedia cuya fidelidad al universo referido reside precisamente en esa dualidad: todo drama posee su sarcasmo, su ácida comedia. Toda comedia encierra, si se busca, algún elemento de ridiculez o tristeza subyacente. Contradictorio como la vida, heterogéneo, como el mundo.

De contrastes, paradojas y mezclas heterogéneas trata la película "Un novio para Yasmina", que mañana se expone dentro del I Ciclo de Cine del Centro de Acogida de Refugiados (CAR). Se trata de una producción hispano-marroquí dirigida por una novel cacereña, Irene Cardona.

Con una estructura de comedia de enredo, la película narra la historia de vidas que se cruzan en la comunidad extremeña: una mujer marroquí que llega para estudiar, una joven profesora en plena crisis matrimonial, un policía, un marido objeto de discordia... En total, un crisol de personajes que hilvanan una visión posible y honesta sobre el fenómeno migratorio, pero alejada de la perspectiva dramática, alarmista y negativa generalmente difundida.

El pase, gratuito, es mañana jueves, 22 de octubre a las 18.30 en el Multicines Los Arcos, de Sevilla.

Próximas proyecciones

El Primer Ciclo de Cine CAR continúa con dos películas más en torno al fenómeno de la migración y el asilo. La próxima, el 19 de noviembre, contrasta con todo lo dicho sobre la que se proyecta mañana. Se trata de "Las tortugas también vuelan", del director iraní Bahman Ghobadi.

Centrada en un campo de refugiados del kurdistán iraquí, en la frontera entre Irak y Turquía, la obra de Ghobadi expone con extremo realismo, fidelidad y crueldad la situación de los kurdos en la zona al inicio de la Guerra de Irak. Dos tragedias, la propia del pueblo kurdo y la de todos los iraquíes, se reflejan con soberbia maestría, quizá demasiada...

La última película hace un exilio desde Oriente Próximo hasta Canadá, cruzando Turquía y Armenia en sus años más dramáticos y aún polémicos: el genocidio armenio. En "Ararat", el director canadiense de origen armenio Atom Egoyan reproduce un complejo hilo argumental para penetrar en este episodio de la historia reciente y en la psique humana.

De un margen del planeta a otro, el I Ciclo de Cine CAR permite realizar con la mente aquellos viajes que, por cualquier motivo, nos resultan imposibles; cruzar fronteras geográficas y sociales y evadirnos de "nuestra" realidad conociendo otras muchas que nos resultan aún tan lejanas....

martes, 20 de octubre de 2009

Una promesa que echarse a la boca

"La alimentación es un requisito para la supervivencia y el bienestar de la humanidad y una necesidad humana fundamental" Resolución 35/70 del 5 de diciembre de la Asamblea General de las Naciones Unidas para respaldar la proclamación del Día Mundial de la Alimentación el 16 de octubre.

Entonces ¿por qué....
... este año más de 1.000 millones de personas están pasando hambre?
... más de 1.500 millones viven en extrema pobreza, con menos de un dolar al día (el precio de una hamburguesa de Mc Donals o una cerveza en tiempos recientes)?
... 10 millones de niños y niñas mueren al año por causas evitables?
... y el 10% de la población acapara el 70% de las riquezas del Planeta?

Y, sin embargo, quien escribe hace una confesión: acaba de terminar un abundante almuerzo a base de pescado al horno, verduras, pan, ensalada, café y postre. Todo un lujo que, no obstante, es norma diaria, dieta consumida de lunes a domingo con la excepción de los momentos en que otros excesos menos saludables dejan el estómago para el arrastre. Así somos, pese a que fastidie: contradictorios y a veces hipócritas.

Éste es el mundo actual: el sobrepeso a ritmo de gula preocupa en una cara del mundo mientras que, en la otra, famélicos seres humanos compiten al extremo por lograr ese pedazo de comida que echarse a la boca (o a las de sus hijos). Pero el mundo no es un cuadro de Miró, incomprensible e intocable. Lo hemos creado y podemos modificarlo con pluma constante; nada está por encima de las personas que vivimos en el planeta que a ratos desdeñamos.

Esto es lo que nos quisieron recordar el pasado viernes 16 de octubre miles de manifestantes en más de 100 países con motivo del "Día Mundial de la Alimentación". La efeméride fue creada en 1979 por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), con el objeto de "concienciar a las poblaciones sobre el problema alimentario mundial y fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza".

Dos décadas después, hallamos un panorama internacional desequilibrado, a raíz del reparto del mundo entre los países ricos tras la Segunda Guerra Mundial. Por ello, en el año 2000 , 189 Estados se comprometieron a cumplir antes de 2015 los llamados "Objetivos del Milenio". Se reconocía la bipolaridad que dividía el Planeta entre favorecidos y 'desgraciados'. Aunque no se explicaban las causas de una injusticia no reconocida, los firmantes acordaron atacar la desigualdad con metas tales como reducir la pobreza a la mitad.

Nueve años después, las medidas ejecutadas son inexistentes y el número de personas que pasan hambre se ha incrementado en 50 millones.

Ante este déficit, un sector de la sociedad civil conformó una alianza para exigir a los Gobiernos el cumplimiento de su compromiso. La organización se llama "Global Call for Action Against Poverty" y está vertebrada en más de cien plataformas nacionales, entre ellas "Pobreza Cero", su representante en España. Ésta coordina a más de 400 organizaciones y colabora con otras como Movimiento por la Acción y el Desarrollo en África (MAD) o Amnistía Internacional, para acciones concretas como la manifestación del viernes.

Cambios reales, y no 'caridad'

Lo que esgrime esta plataforma es bien sencillo: la pobreza no es un fenómeno surgido de la nada. Se trata de un problema estructural, provocado por la existencia de unas normas económicas y comerciales injustas, que favorecen a unos pocos Estados mientras que deja al resto condenado a una pobreza eterna.

Esto no es un tópico sin más. Los Programas de Ajustes Estructural en África, aplicados al continente en la década de los 80, impusieron unas reglas de comercio que hundieron la economía de países en buen estado de salud. Entre otras medidas, se disminuyó la competitividad de los productos locales mientras se favorecía la entrada de los producidos por el Primer Mundo, dejando el tejido empresarial dañado hasta hoy...

Como reza el lema de este año, "Una promesa no alimenta". Así que Pobreza Cero continúa exigiendo a los Gobiernos el compromiso suscrito en el 2000. Además, Maribel Roldán, portavoz de 'Pobreza Cero', resumió las medidas concretas que exige la plataforma.

- Garantizar, en primer lugar, una ayuda al desarrollo de 'calidad' y en 'cantidad'.

- Eliminar la Deuda Externa que asfixia la economía de los países "subdesarrollados" y los ata al "primer mundo".

- Modificar las reglas de Comercio Internacional para hacerlas justas y equilibradas. Según coincidió un portavoz de Ingenieros Sin Fronteras (ISF), sustituir caridad por reformas estructurales es la única vía de promover un cambio real.

-Por último, los participantes recordaron el Pacto de Estado contra la pobreza que todos los partidos con representación en el Congreso suscribieron en 2007 e instaron al Gobierno andaluz a aplicar el documento.

Porque una promesa, sin otro complemento, es un plato triste que echarse a la boca...

viernes, 16 de octubre de 2009

Persiguiendo la Utopía. Caminando hacia la reforma en la Universidad

"Definitivamente, el mundo va de culo", dijo Paco tras dar otro sobro a su cerveza, aún gélida bajo la fresca sombra del naranjo sin pelar.
"De mal en peor, lo que te digo - el humo del cigarro dejaba entrever los ojos taciturnos de Rodri - y hacer, ¿qué? ¿para qué? Total, los que mandan son los de siempre y al final se salen con la suya..."

Porque la costumbre no siempre hace la norma, una típica estampa como ésta se puede quebrar a golpe de realidad y hechos concretos. Objetivos 'irrealizables' a ojos de la mayoría pueden tomar forma y adelantar un resultado de éxito, de cambio, que contraste la idea de muchos de que "no merece la pena" intentar un camino por lo difícil que se antoja...

El pasado miércoles 15 de octubre, los estudiantes de la Universidad de Sevilla iniciaron el proceso formal para modificar el Reglamento General de Estudiantes (que limita el poder de los alumnos, al poner cotas a las asambleas y exigir un quórum para darles efecto) y el Reglamento General de Actividades Docentes(donde figura el problemático artículo 27 de matriculación 'ordenada').

Dado el rechazo general hacia ambos documentos, los alumnos reunidos en Asamblea General el pasado miércoles día 7, aprobaron concentrarse esta semana frente al Claustro convocado en la facultad de Empresariales para presionar el debate y lograr su reforma.

La normativa vigente establece tres vías para cambiar un documento en vigor. Una de ellas exige recoger 43 firmas de los alumnos miembros del Claustro. Antes del finalizar la reunión, se habían recabado 44 firmas, que fueron presentadas en el Registro General de la U.S, dando inicio al proceso de reforma de los RGE y RGAD.

El documento registrado demanda la derogación del Artículo 27 del Reglamento General de Actividades Docentes así como el Título 1 del Reglamento General de Estudiantes en su totalidad.

Un proceso de varios meses

El camino que se inicia ahora es largo. En primer lugar, el Rector debe convocar un nuevo Claustro que decida la conformación de una Comisión de Proyecto Normativo, integrada por estudiantes y profesores. Este organismo ad hoc redactará un proyecto de reforma de los dos reglamentos. Una vez publicado este documento, se establece un periodo aproximado de un mes para que estudiantes, profesores y demás sectores de la Comunidad Universitaria presenten ante la Comisión sus enmiendas al texto.

Ésta decidirá si aprueba las enmiendas y las aplica a la reforma. En caso contrario, se somete a un nuevo Claustro, que votará definitivamente sobre su rechazo o incorporación a los nuevos Reglamentos.

Llegados a este punto, la derogación del artículo 27 cuenta con "bastantes posibiliades", según declaró un miembro claustral. Aunque los alumnos son minoría en el Claustro y podrían ser vetados por los profesores, éstos también se oponen al citado artículo, pues redunda en una saturación de sus clases y una merma en la calidad de la enseñanza.

La longitud y tardanza del proceso no es más que un factor inherente a la burocracia. Haber iniciado el camino es la mejor de las noticias y, como recuerda el CADUS en su sección del Tuenti, "no habría sido posible sin las denuncias de los estudiantes, sin sus quejas y sin su presencia ante el Claustro" el pasado miércoles. Unos 300 estudiantes esperaron frente a la Facultad de Empresariales hasta que los claustrales iniciaron formalmente el proceso de reforma, cristalizando meses de quejas, propuestas y reuniones que muchos temían quedaran en la nada...

El periodista uruguayo Eduardo Galeano reproduce la frase que mejor puede coronar este artículo:

"La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre dos pasos más allá. Entonces ¿para qué sirve la utopía? Sirve para eso, para caminar".


jueves, 15 de octubre de 2009

Alameda, zona "marginal"


Hay un recinto abarrotado de niños que saltan, gritan, se ríen y corren entre las estructuras de metal y plástico. Sobre el arco de entrada figura un cartel que dice: "Zona de juegos y gimnasia para mayores". Las cosas nunca acaban sirviendo al uso para el que fueron creadas. Así ha sido siempre la Alameda de Hércules de Sevilla. El ejemplo físico, arquitectónico, de que no es tan fácil (como algunos desearan) poner cotas a la actividad social. Que ésta discurre por iniciativa propia, con vida, como la de los seres humanos que le dan cuerpo.

Y eso que la Alameda sabe de distintos usos. A principios del siglo XX formaba parte de lo que llamaron "Sevilla la Roja". Fue, junto a San Luis y la Plaza San Marcos, foco intelectual y activo de progresistas e izquierdistas en sus diversas ramificaciones. Al filo del Golpe de Estado y estallada la Guerra Civil del 36, fue uno de los principales centros de resistencia de aquella Sevilla tan pronto doblegada.

Durante la Dictadura sufrió represión y abandono por parte de un régimen centrado en cultivar los germinales de "su bando". Dicen que con la llegada de la democracia, y hasta hace bien poco, esta pasarela abrazada por Hércules fue refugio de 'prostitutas y drogadictos' y de una 'juventud desperdiciada' entre copas de alcohol barato y otros estupefacientes. De lo primero, no tengo conocimiento. De lo segundo, sí guardo algunos gratos recuerdos de noches eternas en una Alameda de albero y centro asfaltado ("el circulito" de encuentro), donde se montaban timbaladas, risas y copas, con la seguridad de que, allá donde caminaras, encontrarías un rostro conocido con quien compartir la tuya.

Pero aquello molestaba a los vecinos y era impropio de una ciudad "europea". Así que el alcalde socialista de la ciudad optó por dar un nuevo aire al otrora centro 'rojo', luego subversivo y finalmente "depravado" de la capital hispalense.

Cubrió el albero con un estético enlosado en tonos 'tierra' y sustituyó el "circulito" por tres fuentes intermitentes emulando geíseres artificiales. Prostitutas y drogadictos "desaparecieron" (perdón, se 'reinsertaron') y a la juventud alcoholizada se le reservó un "botellódromo" (palabra del alcalde) donde podía ejercer su derecho constitucional a 'envenenarse,' eso sí, sin molestar al vecindario ni dar mala imagen.



Patrullas policiales velaban cada fin de semana por la 'seguridad 'de la Alameda (el resto de Sevilla pasó a un segundo plano, no hay tantos recursos), cumpliendo además una importante labor: el acercamiento entre las fuerzas de orden público y el ciudadano (cuando te ves rodeado por decenas de uniformados, más que acercarte, te alejas, pero el trabajo ya está hecho).

Así, de una zona llamada "marginal" (quizá porque se ubica a un margen del Guadalquivir) se ha transformado en rectángulo integrado en la plena actividad del centro de Sevilla. Lo disfrutan mujeres con sus carritos, niños y perros (no ya tantos de "aguas"). El germen intelectual aún se cultiva, sólo que, en lugar de en aceras, bancos y tascas, en su faceta más cool de restaurantes lounges y cafés-museos donde lo mismo te tomas una cerveza que compras una obra contemporánea o te haces el último corte de pelo in.

Muchos no están contentos con este cambio. Quienes se vieron relegados han comenzado a ejercer, con incipiente éxito, su derecho a utilizar este espacio público. Se organizan conciertos (con autorización gubernamental, ojo, y echando el cierre a las doce), exposiciones y otras actividades que acercan la Alameda al germen que le dio su personalidad: el espíritu de cultura, de expresar, reflexionar, disertar... Y el personal autóctono comienza a pulular, aún tímido, por aquellos rincones antaño reconocibles. Un cuadro genuino nunca está completo sin toda su paleta. He ahí su riqueza.

Uno siempre puede pensar que no es suficiente. Pero, con ello, sin dejar de presionar con iniciativa y propuestas para sacar provecho de un núcleo que es mucho más que su fachada: yazga sobre albero o losa, tenga o no geíseres, árboles o parques infantiles. Basta con asomarse a las calles que le circundan y desde ahí se prolongan. Te acompaña un regusto dulzón de la tradición que se funde con creatividad emprendedora. Hay espíritu, se respira vida. Y toda ella desemboca en la Alameda.

Eso sí. Con todo, los mayores tendrán que esperar a las horas de guardería para usar su zona de juegos y gimnasia.

(Imágenes extraídas de http://www.clubtaurinoelrabo.com/anexo1expojose/anex1exjoweb.htm y http://www.alamedadehercules.com/?page_id=38)


miércoles, 7 de octubre de 2009

Los estudiantes enseñan sobre Democracia

Cuando uno aparca durante un tiempo la labor de escribir, sin querer se apaga un poco, se desanima, y necesita un resorte que le infunda la mecha necesaria para arrancar de nuevo. El día está lleno de estímulos, pero a veces no los vemos, o en cierta época no nos atraviesan como en otra lo habrían hecho. La persona, por definición, es humana (no es una reiteración) y por eso mismo imperfecta, "débil" para llevar a la práctica lo que la teoría le dicta. Por eso necesitamos impulsos externos...

Para quien ahora escribe, el estímulo ha sido ver a una generación viva. Contemplar la sangre de la conciencia, el conocimiento y el espíritu de acción madura fluyendo entre centenares de estudiantes que debatían durante horas, bajo un sol maldito, cómo actuar ante una situación que consideran ilegal e injusta. Puede que la Asamblea de la Universidad de Sevilla convocada hoy en el Rectorado no haya logrado el Quórum necesario (lo explicaré ahora) para hacer 'legalmente' vinculante su voz, pero el propio acto en sí, pleno de madurez democrática, ha sido un éxito loable.

El motivo del encuentro fue el artículo nº 27 del Reglamento General de la US de Actividades Docentes. Pese a que casi a nadie le suena, todos los estudiantes de Sevilla registrados este curso se han visto afectados por él. Establece que "los estudiantes se matricularán en materias o asignaturas de distintos cursos del plan de estudios siempre que se matriculen en todas las materias o asignaturas de carácter obligatorio de los cursos anteriores que no hubiesen superado".

Es decir, que no te puedes matricular de ninguna asignatura si no has aprobado todas las de cursos que le preceden. Voy a evitar consideraciones particulares. Obviaré resaltar que 'Universidad' implica mayoría de edad y madurez, ejercida por quienes acceden a ella desde la libertad de decidir cómo y en qué orden realizar las materias pertinentes. Obviaré este debate, acerca de contar con una Institución paternalista que "tutorice" la vida académica de sus miembros.