¡Qué bonita es la Navidad y qué musical es la retórica que la envuelve! Hoy, el diario El País, inspirado por el caramelizado aroma del mazapán y el nostálgico escarlata de la flor de Pascua, que deben haber llegado ya a la redacción, comenzaba su editorial de manera casi lírica: "La Alianza de Civilizaciones se alumbró como una frase, de significado impreciso y discutible, en un discurso de Zapatero". Cual niño Jesús, que fue alumbrado por estas fechas, la Alianza nació de las entrañas del Presidente del Gobierno hace poco más de un año. Hermosas y conmovedoras palabras que refieren a un digno objetivo: lograr la paz y la convivencia entre las diferentes culturas.
Dejemos ahora "Alicia en el país de las maravillas" y observemos el mundo real. No quiero ni por asomo decir que el proyecto de la Alianza de Civilizaciones sea inútil o carezca de importancia, pero me indigna ser testigo de la doble cara con que los actores de la ONU se presentan ante la sociedad. Seré clara.
Mientras en el seno de las Naciones Unidas se habla acerca de promesas para el año entrante y el cambio de secretario, la misma organización está observando un fenómeno que comenzó (o al menos se hizo más notable en ese momento) tras el 11-S de Estados Unidos y que avanza cada vez a pasos más agigantados y no sólo en este país. Hablo del recorte de los Derechos Humanos. ¡Cuidado, que no digo ya el recorte de libertades (eso es demasiado obvio) sino de derechos básicos del Orden Jurídico Internacional como es el de la vida!
Todo el mundo sabe acerca de las reiteradas violaciones de la Convención de Ginebra por parte de EEUU desde que comenzara su lucha contra el terror. Sólo hace falta ver unos minutos al día el telediario (o, en su defecto, el Guiñol de Eva Hache o a Buenafuente). Hasta ahí todo magnífico. Pero ¿nos damos realmente cuenta de lo que esto significa? La mayoría, no. Se ha repetido tanto esta idea que ha perdido su significado, como cuando repetimos muchas veces una palabra y de repente deja de sonarnos. Lo que pasa desapercibido, escondido tras las múltiples noticias con que nos bombardean cada día los medios de comunicación, es que hay un peligro real, digo REAL, de un retroceso en nuestras garantías más básicas: el derecho a un juicio justo o el derecho a la vida . ¿Dos ejemplos de ello? Ahí van:
- El 17 de octrubre, George Bush firmó la entrada en vigor de la Ley de Comisiones Militares, que implica: la invención de una nueva categoría de preso, "combatientes enemigos ilegales", a los que les aplica instrumentos que están prohibidos bajo la Convención de Ginebra: la tortura (no en todos los casos, pero sí la justifica en algunos) y la aplicación de un juicio militar a un preso civil.
-A mediados de diciembre, el Tribunal Supremo de Israel dictaminó que los asesinatos selectivos son legales en determinadas ocasiones. (Aquí ha y un artículo al respecto, aunque os animo a buscar información más completa).
¿Nos damos cuenta de lo que esto significa? Pues significa que el derecho está dando pasos atrás en nuestra "sociedad civilizada". EEUU ha legalizado, parcialmente, la torura, algo que había sido prohibido mundialmente hace ya muchos años; e Israel legaliza asesinatos selectivos. Y ante esto cierran los ojos aquellos que hablan ahora de la "convivencia intercultural". Vale, hacen mucha condena de boquilla ante los medios de comunicación, pero en el campo jurídico, legal, no hacen nada de nada.
No podemos quedarnos impasibles ante esta amenaza.
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1 comentario:
A mi personalmente me preocupa mas el recorte de Derechos civiles que sufrimos en nuestros propios paises que los Derechos humanos de los ajenos. No crees?
KorXo
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