El oasis... (Capadocia, Turquía)

jueves, 4 de enero de 2007

"Shopping must go on" (¡que sigan las compras!)


Esta mañana, gracias a mi inestimable habilidad para dejarlo todo para el último minuto, he tenido la oportunidad de presenciar un espectáculo digno del National Geografic Channel: el centro comercial de la cuidad el día antes de Reyes. Un escenario en el que cientos de personas, cual estampida de coléricos búfalos, se dirigen enloquecidas hacia un lado y a otro en búsqueda de los últimos regalos para tan preciado día. Tan excitante experiencia me ha permitido comprobar un hecho que, si bien aporta algo esperanza en este loco mundo en que vivimos, constituye también una muestra de la hipocresía y falta de coherencia del ser humano. Y éste es que, pase lo que pase, la gente sigue comprando.
Eh aquí la capacidad auto regeneradora del individuo. La gente clama al cielo ante la cada vez peor situación en Irak y, en general, Oriente Próximo; se indigna con las corruptelas del mundo urbanístico y el incremento del precio de la vivienda; ladra por el descontrol de obras que tienen las ciudades convertidas en auténticos scalextrics (¡que pasen por Sevilla los que duden de esto último!); comenta asustada las altas temperaturas de este invierno que demuestran el cambio climático... Y al finalizar el año, todas las conciencias se alzan para expresar su repulsa por el atentado de ETA. Se habla de decepción, ira, desesperanza... Comentario de todos los gustos y colores que llenan las páginas de los periódicos y los canales de televisión.
Pero, durante la primera semana del año, todo se olvida porque ¡llegan los Reyes Magos! Durante esta semana, que los expertos señalan como la de mayor consumo del año, las calles se convierten en auténticos hormigueros por donde circulan mezclados, ilusión, prisas y malhumor. Y es que nada importa mientras las tiendas no cierren sus puertas y el Corte Inglés permanezca lleno hasta las diez de la noche. Este año, con sus elegantes bolsas doradas que han inundado la ciudad. ¿No lo habéis observado? Vayas por donde vayas, en cualquier barrio y a cualquier hora, te cruzas con decenas de personas que cargan bolsas doradas. ¡Qué glamurosa se siente una con una bolsa de esas! Porque yo también he llevado una de ellas, he de admitirlo. Y todo por dejarlo siempre todo para el último minuto. Y porque, pase lo que pase, Shopping must go on.

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